Las redes sociales de occidente, concretamente Facebook,
Instagram y Twitter, tienen un número bastante más elevado de usuarios
registrados que el resto de redes sociales a nivel mundial.
Otras de las diferencias entre ambos tipos de redes, quizás
la diferencia más importante, son las complicaciones a la hora de registrarse
en una red social de Asia Oriental.
Por lo general, al menos las redes aquí analizadas, las de
occidente dan libertad a la hora de registrarse, no importa la nacionalidad ni
la zona geográfica o la edad, todo el mundo tiene libre acceso a la red social.
En cambio, en las redes sociales de Asia Oriental
encontramos todo lo contrario. La mayoría de redes asiáticas piden
obligatoriamente el número del documento de identificación nacional para
verificar todos tus datos, además de disponer de un teléfono registrado en el
país.
En cuanto al formato de las redes sociales, por un lado, las
de Asia Oriental se caracterizan por permitir al usuario acceder a cualquier
rincón de la red desde el mismo portal o muro de éste. Es decir, desde el muro
principal uno puede llegar hasta los álbumes de fotos, libro de firmas, lista
de amigos y todas las aplicaciones que pueda tener la red social.
Por otro lado, el formato de las redes occidentales es un
tanto más enrevesado: desde el muro principal del usuario no se puede llegar a
todas las aplicaciones que la red social engloba, en él, sólo se muestra una
pequeña parte de todo lo que puede abarcar la el sitio web.
Finalmente, como última diferencia destacable de este
análisis sobre las redes sociales, hay
que hacer mención a la gran cantidad de minijuegos y diversas
aplicaciones que están asociadas con las redes sociales asiáticas.
Desde una misma red, con el mismo número de teléfono o ID,
el usuario puede acceder a diversas aplicaciones relacionadas o juegos.
Las redes de occidente carecen de estos vínculos, por
ejemplo Twitter únicamente sirve para twittear, en cambio LINE tiene diversas
aplicaciones y servicios, además de disponer una gran variedad de juegos.
La única
excepción la encontraríamos con Facebook, que en su origen no disponía de juegos y actualmente está asociado a una
gran variedad de ellos.